jueves, 19 de mayo de 2011

Philip Roth gana el Booker International Prize

Acabo de terminar de leerme The Human Stain y me ha parecido un libro estupendo: complejo en la trama, plagado de logradas metáforas y, sobre todo, lleno de humanidad. La conclusión es que todos somos unos pobres diablos y en definitiva estamos condenados a ser como somos y, sobre todo, un poco (bastante) desgraciados. De Philip Roth me había leído ya la biografía de su padre y recordaba vagamente algunos episodios sobre la enfermedad de éste y la incapacidad de un hijo para aceptar la inminente orfandad. Y ahora acabo de empezar American Pastoral. Pues bien, entre tanto a este hombre le han dado un premio, el Booker International Prize, un premio británico abierto a todo escritor de habla inglesa, y una de los miembros del jurado, Carmen Callil, se ha enfadado un montón porque dice que Roth se repite más que un loro. Según el artículo publicado por Macy Halford en The New Yorker a la jurad@ disidente Roth le produce flojera porque a su modo Roth había utilizado su libro I married a Communist (que todos, por supuesto, debiéramos leer y así acabar la llamada American Trilogy), para poner de vuelta y media a su ya ex mujer, de Roth me refiero, que le había cortado un buen traje en su libro Leaving a Doll's House, publicado escasamente dos años antes por la editorial de Callil, Vigaro Press, una editorial que podía ser calificada como feminista porque publica exclusivamente a mujeres. Nosotros, en todo caso, a lo nuestro ¡Enhorabuena Philip Roth!

2 comentarios:

  1. Un excellent roman, merci de l'avoir signalé ! Pour moi, ton analyse va à l'essentiel, en allant au-delà du contexte culturel dans lequel l'histoire se déroule.

    Je vais faire un peu l'intello, ça ne donnera probablement pas l'envie à d'autres de lire ce livre, tant pis : je trouve qu'il est aussi question du rapport paradoxal que l'individu entretient avec les différentes sphères du collectif, famille, groupe racial, milieu social, société. Le désir d'être l'auteur de son destin et la conquête de soi sont en fait subordonnés au désir de reconnaissance. Le langage est d'ailleurs présenté comme la monnaie de ce désir, entre politiquement correct et retour du refoulé.

    ResponderEliminar
  2. merci pour ton commentaire. Je crois pourtant que ton comment donnera d'envie. Un bisou, Anónimo :-)

    ResponderEliminar